La Córdoba de los datos negativos

Según datos del último Eurobarómetro, la confianza de los ciudadanos en los políticos continúa bajando. En España, dicha caída es de 5 puntos respecto a 2007. Así, el 91% de los españoles creen que hay corrupción a nivel de la administración estatal y el 89% piensan que también la hay a nivel autonómico y local.

Esto nos lleva a pensar que la brecha entre el país oficial (representado por la clase política, las instituciones y las administraciones) y el país real compuesto por todos nosotros y nuestros problemas (paro, vivienda..) es cada vez mayor.

Hoy en día, ser político de cualquier administración supone un sueldo generoso ( Andrés Ocaña: 78.496 €/año; Rafael Blanco: 77.000 €/año; un edil: 66.000 €/año ), por ello no es de extrañar el último revuelo que se ha suscitado en nuestro Ayuntamiento al querer "tocar" el sueldo de algunos concejales. Todo ésto en Córdoba, ciudad asolada por el paro y con un tejido empresarial al borde del abismo.

Córdoba ciudad del paro, que llevó hace unos días a dos parados a plantarse literalmente en la puertas del Ayuntamiento en demanda de un puesto de trabajo, ya no sabían qué hacer para alimentar a sus familias. A las dos horas se obró el milagro y dos empresas locales del sector de la construcción les hicieron un hueco en alguna de las pocas obras que estarán realizando. Seguramente algún responsable municipal se puso manos a la obra y atajó esta situación tan incómoda y que tanta alarma social podía generar. Imaginensé si otros parados toman ejemplo y hacen lo mismo.

Córdoba, con un tejido empresarial al borde del abismo, porque segun el balance de la Seguridad Social al cierre del año 2009 y tras dos años de crisis la provincia de Córdoba ha perdido 3.839 empresas, siendo los sectores de la construcción, la madera y la química los que mayor caída presentan.

Lejos la Córdoba del esplendor, la que era eje de occidente y oriente, la del millón de habitantes, la de edificios suntuosos, lagos artificiales y acueductos, la de los poetas y filósofos. Nos queda la Córdoba del politiquillo profesional de poca capacidad y de menos ideas, la Córdoba parada , la Córdoba de los datos económico-laborales negativos.