Una mirada impasible a una ciudad cambiante

Casi doscientos años han pasado desde que dos científicos consiguieran la primera fotografía. En 1826, Nicéphore Niepce y William Henry Fox Talbot idearon el procedimiento para obtener imágenes estables a partir de una placa de peltre, tras años de búsqueda. Bautizaron el hallazgo como calotipo. La placa, de color negro, se blanqueaba en las zonas donde incidía la luz después de ocho horas de exposición. Fueron los primeros positivos de la historia de la fotografía.

Pero a pesar de estos grandes pasos, el verdadero padre de la fotografía fue Louis-Jacques Mandé Daguerre. El francés se asoció a Niepce para mejorar el modo de obtener fotografías. Fruto de sus investigaciones, surgió el daguerrotipo. A partir de esto, se reduciría el tiempo de exposición a tan sólo media hora. El primer daguerrotipo que se tomó en España tuvo lugar en Barcelona en el año 1839.

A lo largo de todos estos años, la fotografía ha tomado diferentes formas y actitudes hasta lograr ser una instantánea de actualidad. La tecnología ha evolucionado desde la cámara oscura hasta las pequeñas máquinas digitales.

La fotografía, desde sus inicios, ha tenido muy buena aceptación entre el público. Los fotógrafos de los primeros años del siglo XX estaban muy bien considerados socialmente. En la época, no todos podían permitirse una cámara fotográfica. Los ciudadanos tenían que acercarse a los estudios de profesionales para conseguir un retrato familiar o una fotografía de recuerdo. Hoy, las cosas han cambiado. La mayoría de la gente dispone en casa de una cámara o incluso varias con las que inmortalizar momentos.

Afición cordobesa

En el siglo XXI, hay un gran número de personas que desean conocer más sobre el arte de la fotografía. En Córdoba, conviven profesionales que se dedican de pleno al fotoperiodismo y aficionados que se desenvuelven a la perfección entre objetivos, filtros y cámaras de última generación. Con la finalidad de aunarlos a todos y crear un único bando en favor de cualquier expresión fotográfica, nació hace 25 años AFOCO –Asociación Fotográfica Cordobesa-.

En aquel entonces, existía un concurso fotográfico organizado por el Club Social del Parque Figueroa. El director de la revista Arte Fotográfico, que formaba parte del jurado, criticó negativamente las fotografías tomadas por los aficionados en 1980. De “contenidos tópicos”, como las denominó este especialista, la fotografía cordobesa presentaba “un retraso de 50 años con respecto a las circunstancias del resto de España”, comenta José Gálvez, primer presidente de AFOCO. “El crítico tenía razón y por ello me puse manos a la obra”, añade Gálvez. Junto con otros diez fotógrafos amateur más, decidieron crear una reunión semanal, cada jueves, en la taberna Salinas. El objetivo era hablar acerca de la situación fotográfica cordobesa.

El tiempo jugó a favor del grupo. En 1981 se conformó la Asociación bajo el amparo de 250 inscripciones. La primera muestra de AFOCO tuvo lugar en el mes de junio de ese mismo año en el Círculo de la Amistad cordobés. Fue inaugurada por el cordobés Cecilio Valverde, por aquel entonces, Presidente del Senado Español. El estreno lo compusieron instantáneas variopintas presentadas en la sala principal del Círculo. Gálvez recuerda que “la exposición fue muy pobre porque las fotografías no tenían marcos y no había ningún catálogo. A pesar de ello, el éxito fue arrollador. Las fotografías eran muy buenas. Entre ellas, contaron algunas instantáneas inéditas del 23-F”. Gálvez asegura que Cecilio Valverde “se asustó al ver las fotografías colgadas de la pared principal de la sala de exposiciones”. Una de esas fotos, que AFOCO conserva en su archivo, ganó un poco después uno de los concursos mundialmente más prestigiosos de fotografía periodística.

Pero estas fotografías son la excepción que confirma la regla. En AFOCO tiene más cabida la expresión artística que la periodística. La amplia fototeca de la asociación cuenta con “colecciones verdaderamente importantes en lo que al contenido se refiere”, afirma Gálvez. Se refiere a unas instantáneas de “las antiguas tabernas cordobesas que muestran la cultura popular de una época que jamás volverá a la ciudad”, manifiesta.

Algunos han fotografiado a personajes famosos encontrados por el mundo, otros han hecho lo propio con embajadores de su ciudad. Nombres como Ricardo Molina, Julio Anguita, Castilla del Pino o Antonio Gala han posado para los objetivos profesionales y amateur del club cordobés. AFOCO no ha parado en este cuarto de siglo. La asociación ha sabido despertar la curiosidad de los cordobeses a través de la organización de actividades, exposiciones, concursos, conferencias o coloquios. José Gálvez se muestra “orgulloso por el complejo programa de actividades que realizamos con una gran escasez de medios”.

El club no se cierra al acceso de nadie. A pesar de que en sus primeras filas destacan nombres como Juan Vacas, Julio López o A. J. González, la mayoría de sus miembros son aficionados que aman la fotografía. Entre todos, organizan exposiciones mensuales en las que observar las obras de los propios socios y de otros fotógrafos. Normalmente, adaptan los contenidos a la época del año en la que se enmarca la exposición. Así ocurre con la celebración del día mundial del Medio Ambiente. La asociación aprovecha para organizar “una exposición que resalte los valores naturales de los paisajes de cualquier parte del mundo”, comenta Rafael López, actual presidente de AFOCO.

Rafael López se asoció en el año 1983 y es presidente desde junio de 1997. Define al club como “un grupo de amigos movidos por un único motor: la fotografía”. Con las bodas de plata de la asociación, López hace balance: “En todo este tiempo han pasado por aquí más de dos mil socios que han disfrutado de más de 1.800 actividades fotográficas”.

Nuevos tiempos

En el último cuarto de siglo, fotografía ha cambiado sobremanera. La exposición conmemorativa de los 25 años de AFOCO refleja la evolución que experimentada. Hoy por hoy, los fotógrafos desean mostrar la Córdoba actual. Los espacios abiertos y los nuevos edificios se abren paso entre los más que conocidos monumentos. A los fotógrafos modernos “les gusta la ciudad actual”, dice López. Esto no quiere decir que rechacen los emblemas de la ciudad tradicional, sino que “desean reflejar una nueva Córdoba, que el ciudadano también debería reconocer como suya”, recalca.

La técnica también ha sido protagonista de grandes cambios. Rafael recuerda cómo se encerraba “en el laboratorio, a oscuras, para positivar las fotos. Siempre terminaba con las manos manchadas por los ácidos. Hoy, los líquidos han quedado en el recuerdo. La fotografía digital ha arrasado con todo. Incluso es más barato revelar las fotografías en las tiendas que ponerte tú mismo a hacerlo”. El presidente habla con nostalgia de una época que, aunque él se resista a abandonar, no volverá jamás. Rafael es de los pocos que aún conserva y trabaja con su cámara analógica de toda la vida. Confiesa que “el misterio de antes estaba en la cámara. Hoy, con las facilidades que ofrecen las nuevas digitales, está en la creatividad”.

En estos 25 años, la fotografía se ha asentado en Córdoba y el ciudadano ha logrado ver el acto fotográfico como normal y cotidiano. Para José Gálvez, la historia de la fotografía vive hoy un “momento mágico”. Afirma que le hubiese encantado “vivir en 1839 el nacimiento de la fotografía con los primeros daguerrotipos”. Sin embargo, se conforma con “tener la suerte de disfrutar en 2006 del nacimiento de la fotografía digital”. El promotor de la asociación siente “un enorme placer” al ver cómo surge la manipulación, el retoque o el reencuadre.

Ahora, AFOCO está al servicio de sus socios. A cambio de la cuota anual que abonan, pueden beneficiarse de sus instalaciones, con una amplia biblioteca y hemeroteca internacional. Además, pueden obtener ayuda para realizar sus exposiciones y precios preferentes en ciertas tiendas fotográficas de Córdoba. Los numerosos cursillos que prepara la junta directiva tienen una gran acogida entre el público general. En ellos, se enseñan los primeros pasos para manejar una cámara fotográfica. Los socios amateur se sienten cada vez más cultivados en cuanto a la técnica fotográfica.

Gracias a ellos, AFOCO sigue adelante con el propósito de cumplir 25 años más. La asociación mira al futuro con ganas de adaptarse a las nuevas tecnologías y “reconocer el cambio de la fotografía, unificando siempre todas las herramientas posibles para seguir creando obras de arte”, asegura José Gálvez. Sin embargo, y sea como fuere, Córdoba siempre quedará en buen lugar dentro del objetivo con el que AFOCO la mira. Las cámaras continuarán lanzando su mirada impasible a una ciudad cambiante.