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Mosaico Opus musivum, obra inspirada por las musas, expresión romana que aludía a las decoraciones que adornaban las fuentes y cuevas consagradas a las musae, las musas, cuya denominación procedería etimológicamente del griego.
\r\nEra considerado un arte tan bello, el mosaico, que tan sólo podría ser creado según los romanos por las musas.
\r\nMosaico designaba el arte y la técnica de recubrir diferentes superficies con las denominadas tesellae o teselas, que son piezas de forma cúbica, hechas de rocas calcáreas, material de vidrio o cerámica, bastante cuidadas y de gran elaboración de diferente tamaño.
\r\nLos romanos conocieron el mosaico tras la conquista en el siglo II A.c. de Grecia y Asia Menor, ya que allí se trabajaba dicha técnica, la cual los romanos perfeccionaron haciendo de ello una verdadera especialidad, aunque la técnica del mosaico ya se empleaba muchos siglos antes, cómo en la ciudad sumeria de Uruk.
\r\nTrozos irregulares de materia sólida con una cara lisa vista que, como piezas de puzzle, al ensamblarse para componer imágenes se convierte en la forma de expresión de éste arte.
\r\nEl mosaico llegó a ser una arte tan difundido y apreciado que en el siglo III el emperador Diocleciano promulgó un decreto para fijar el precio que los artistas podían pedir por sus obras, según el grado de complicación y superficie que ocupasen.
\r\nEn el 330 con Constantino trasladó el arte del mosaico a Bizancio, así cómo a los artistas, Mosaistas, donde se uniría con la tradición oriental, dando lugar a una evolución, destacando la abundante decoración en oro (recordemos los de Rávena, de Justiniano y Teodora).
\r\nEn un principio, se realizaban sobre las paredes y techos, ya que se temía que sobre el pavimento, no resistieran las continuas pisadas, pero comprobaron, cuando la técnica alcanzó gran perfección, que no era así, que resultaban lo suficientemente sólidos cómo para resistir, e incluso han logrado conservarse a lo largo de los siglos.
\r\nDe éste modo fueron revistiendo los pavimentos de casas, villas, edificios de todo tipo, llegando a constituir un elemento de lujo y distinción, coincidiendo con el nivel de elaboración y grandiosidad en su composición.
\r\nHay que distinguir el mosaico de otras técnicas de decoración arquitectónica en apariencia similares cómo la incustración o el alicatado.
\r\nDependiendo del tamaño de las teselas, de los dibujos y del lugar de destino de los mosaicos, los romanos les daban una diferente denominación:
\r\nOpus verniculatum, con unas piedras pequeñitas, con las cuales el artista podía dibujar con soltura curvas y siluetas, todo aquello que requiriese más precisión.
\r\nOpus Musivum, que se hacía para los muros.
\r\nOpus Sectile, realizado con piedras más grandes a diferente tamaño, trabajo muy parecido a la taracea, ejemplos los encontramos en El Palatino de Roma procedentes del palacio Flavio.
\r\nOpus signinum, de Signia,(en la región del Lacio), en dicho lugar había fábrica de tejas de las cuales se obtenía un pigmento rojizo que al mezclarse daría lugar a un cemento muy duro e impermeable.
\r\nEl mosaico romano es tratado cómo una pintura hecha en piedra, bebiendo de las fuentes temáticas de dicha pintura.
\r\nEstilo decorativo que promovió tantas corrientes y estilos cómo la pintura, con dos direcciones principales, una geométrica y otra figurativa.
\r\nYa en el Imperio romano se tenían en cuenta aspectos cómo la perspectiva y otras preocupaciones plásticas, cómo el punto de observación del espectador.
\r\nSe desarrollaría una explosión del color, empleando materiales con tintes más vivos, abarcando desde el diseño de mosaicos en blanco y negro, hasta los que recogían la amplia gama de pigmentos que la naturaleza ofrece en sus minerales y piedras, creando suntuosa belleza, perspectivas, volúmenes.
\r\nEl uso de la técnica del mosaico para recubrir suelos hizo necesario la utilización de materiales de gran dureza y resistentes al paso del viandante, gracias a lo cual nos han llegado ejemplos de gran valor.
\r\nLa base sustentadora principal del mosaico era el mortero sobre el cual se aplicaba una capa adherente o Nucleus como base del teselado.
\r\nEl nivelado sería algo primordial, teniéndose que rasear con máximo esmero las superficies, permitiendo el deslizamiento de las aguas hacia los sumideros, cuidando pieza a pieza, ya que una leve rotura de una tesela podría conducir al desprendimiento de toda la obra.
\r\nPara los arqueólogos un ejemplo de todo lo dicho lo encontraríamos en el famoso Mosaico de Alejandro Magno encontrado en la casa del Fauno de Pompeya, destacando los infinitos detalles en un mosaico en miniatura y de gran perfección.
\r\nSería el mundo romano con sus monumentales realizaciones en los dominios de la construcción y la ingeniería, la fuerza político-cultural que logró extender la técnica del mosaico por ambas orillas del Mediterráneo así cómo diversificar su uso, introduciendo su uso en lugares de culto y domésticos.
\r\nMotivos mitológicos, vinculados a la pintura, temas de cotidianidad, de temas figurativos, historiados.
\r\nTodo los motivos y sus diferencias ayudan a los arqueólogos a identificar los distintos espacios y sus usos, domésticos, de recepción, comedores, etc.
\r\nAnimales, juegos de circo, barcos en alta mar, recogida de cosecha, cabezas de medusas, dioses latinos, tritones, nereidas, gladiadores, bailarinas, todos tuvieron cabida en éste arte.
\r\nDesde el siglo I D.c. apareció una tendencia al ya mencionado mosaico monocromo, en blanco y negro, con motivos más simplificados y sintéticos, ejemplos encontramos en el puerto de Ostia antigua, en las termas de Caracalla, y en general por diferentes partes del mediterráneo, aunque siguió el uso del colorido.
\r\nDesde el siglo III D.c. y coincidiendo con los movimientos sociales producidos por la progresiva disgregación del imperio, empezaron a aparecer nuevos campos en el empleo del mosaico, cómo la ubicación de imágenes sagradas en lugares destacados de centro de culto, tendencia que adoptaron los antiguos cristianos y que se extendería en el arte paleocristiano, siendo Constantinopla y el Imperio Bizantino los principales impulsores.
\r\nEs considerable la impresión que puede llegar a producir el hallazgo de un suelo contenedor de un pavimento en mosaico, hasta ahora nos han llegado ejemplos magníficos de lo que éste arte pudo significar para el pueblo romano, y su posterior uso.
\r\nEn Córdoba tenemos ejemplos de gran importancia, parte de los cuales podemos visitar en el Alcázar de Los Reyes Cristianos, cómo el denominado Océano, Galatea, Medusa, etc.
\r\nOtro destacado ejemplo lo encontramos en los mosaicos hallados en Écija de grandes dimensiones y de detallados temas y precisa técnica.
\r\nDestacar, los mosaicos que cubrían parte de estancias de la Villa del Ruedo en Almedenilla, los que se encontraron en pleno centro de nuestro centro urbano, el que puede también visitarse en la Catedral, antigua Mezquita de Córdoba, que a principios de siglo se creyó romano, y que es paleocristiano, y tantos ejemplos que siguen almacenados en cajas, esperando ser rescatados y restaurados.
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