Cordobeses notables que dieron gloria a su patria

Poeta latino nacido en córdoba el 3 de noviembre del año 39 d. Cristo y muere el 30 de abril del año 65 d. Cristo.

Miembro ilustre de la estirpe Annea. Su padre Marco Annea era hermano de Lucio Annea Séneca. Annea Mela fue a Roma cuando su hijo Lucano tenía 8 meses, gozó de la protección de su tío Séneca que a la sazón disfrutaba de gran influencia. Allí disfrutó de la tradicional educación literaria que terminó en las escuelas de retórica donde triunfó plenamente. Pudo contar con las enseñanzas de los más destacados maestros en diversos saberes de la época, entre ellos es muy probable que estudiara filosofía con el estoico Cornuto.

Lucano escribió desde muy joven. Dando bien pronto pruebas de sus cualidades y excelentes aptitudes literarias. Continuó sus estudios en Atenas, de donde fue llamado por Nerón para formar parte del círculo de sus íntimos. Lo nombró cuestor y augur. Gozó de la amistad de Nerón, sin embargo, no había de pasar mucho tiempo para que las rivalidades en el terreno poético le granjearan la enemistad del César celoso del renombre que la inspiración y buen estilo de Lucano le proporcionaban entre los romanos los que le proclamaban como mejor poeta, enemistad que llegó hasta prohibir la publicación de sus obras.

En el año 60 de nuestra era, en la primera celebración de unos juegos que se llamaron Neronianos, ganó un premio por una poesía en honor de Nerón. Consta de diez libros, el último sin terminar, donde se narra la historia reciente de Roma. Comienza con causas de la guerra entre Pompeyo y César y termina ahí el poema. Su fuente principal es Tito Livio y los mismos escritos de César. En el año 62 ó 63 publicó los tres primeros libros de su Guerra Civil. Se toma pocas libertades con la historia real y si aparta de sus fuentes para dar un toque de colorido, como cuando pone a Cicerón, que no estuvo en la batalla de Farsalia, arengando a las tropas, o para insistir en algún aspecto más emotivo o curioso. Este es el papel que tiene las disgregaciones, como la que hace para describir Tesalia, o hablamos de las mordeduras de las serpientes o la información sobre el Nilo. No cuenta toda la historia, la selecciona. Tenía que hacer un poema épico en el que están ausentes las intervenciones de los dioses para explicar las acciones humanas. Esa explicación exterior la sustituye por una penetración de visión en la historia romana, sobre la que proyecta sus propias preocupaciones políticas. Odia los horrores de la guerra civil y la tiranía del cesarismo, pero no puede sustraerse al encanto y grandeza de la misma figura del César.

No posee la riqueza y colorido de Virgilio en su estilo, pero está lleno de vigor y de originalidad. En Lucano había un creador. Un poeta que inicia un camino nuevo. No se sabe a dónde habría llevado la literatura si no hubiera sido cortada su creación juvenil por la muerte.

Poco a poco se desarrolló una enemistad entre él y Nerón. Se ha sugerido que fue por envidia de Nerón ante el arte poético de Lucano, pero parece ser que fue más bien un distanciamiento motivado por sus ideas interiores políticas y filosóficas ante la corrupción neroniana. Finalmente se le prohibió toda actividad poética pública; molesto por esta injusticia, participó en la conspiración de Pisón; para derrocar al Emperador, al ser descubierta, confesó todo pero no logró salvarse. Se le dio la posibilidad de escoger su propio suplicio, que llevó a cabo abriéndose las venas en el baño, en tanto que declamaba algunos de sus versos. Contaba el poeta sólo 26 años.

Con la muerte de Lucano, desaparece la literatura clásica latina cordobesa. Volverá a brillar la lengua latina en algunas obras unos siglos más tarde, pero nunca la literatura cordobesa tendrá universalidad creativa que alcanzó con Séneca el filósofo y con su sobrino Lucano.

De sus obras que han llegado hasta nosotros, la más importante es la conocida por el nombre de Farsalia o libro de la guerra civil que relata las incidencias de la motivada por las rivalidades de César y Pompeyo. De ella ofrezco este breve pasaje:

El separa las épocas del tiempo, hace suceder la noche al día; por el poder de sus rayos fuerza a los otros astros a detenerse y suspende, alrededor de su eje fijo, su curso vagabundo.

La luna, por sus fases, mezcla los mares y la tierra.

A Saturno pertenecen las frías regiones del hielo y la nieve.

Marte domina los vientos y las tormentas irregulares.

Bajo. Júpiter está el aire en calma y sin nubes.

La fecunda Venus guarda el germen de todas las cosas.

El dios de Cilene es árbitro de la onda inmensa. Luego que ocupa la región del cielo donde las constelaciones Leo y Cáncer se mezclan, donde Sirio emite sus rápidos destellos, donde el circulo que hace alternar las estaciones es ocupado por Capricornio y Cáncer y bajo el cual están situadas las ocultas fuentes del Nilo, es entonces cuando el señor de las aguas lanza la llama que va a golpear esas fuentes y el Nilo, de esta suerte desencadenado, como el océano obedece dócilmente a la acción de la luna y no vuelve a entrar en su lecho hasta que la noche haya recobrado las horas pasadas bajo el sol.