Si continúa la navegación por nuestro sitio web estará aceptando nuestras condiciones, que puede consultar en:
Retomando el paseo por el barrio de San Lorenzo, recorrido que anteriormente comenzamos por el convento de Santa María de Gracia, nos detendremos en esta ocasión, en una de las iglesias más importantes de la ciudad; San Lorenzo.
\r\nEl Santo de origen español que da nombre a este templo, es uno de los más célebres mártires de la Roma Imperial, cuya misión dentro de la Iglesia fue la administración de sus bienes. Dicho mártir ajusticiado en una parrilla, inspiró a los artistas de distintas facetas y épocas, en la realización de obras que recordasen a tan ilustre Santo por todas las ciudades de nuestro tan rico territorio español: Grandes templos como el de San Lorenzo del Escorial, o el de nuestra capital.
\r\nTras la reconquista de la ciudad de Córdoba a manos del rey Fernando III el Santo, la urbe sufre una completa transformación, que además de repercutir en la estructura urbanística, soporta un gran cambio en lo que se denominaban recintos paganos, transformando éstos en templos Cristianos. Uno de esos templos de los que sufren esa transformación, es el que hoy día nos ocupa en este artículo: el Templo de San Lorenzo. Este edificio pasó a formar parte de las catorce Iglesias que completan la ciudad en lo que se llamó “Collaciones”, siendo esta la de San Lorenzo, Llorente o Laurencio. La configuración del templo, se adaptó a lo que anteriormente era una mezquita árabe, hecho que podemos constatar en la parte baja de su torre, que todavía muestra las formas de lo que antaño fue un magnífico Alminar.
\r\nSu consagración como templo Cristiano, se remonta a la mitad del siglo XIII cuando el Santo Rey entra en la ciudad. La mezquita sobre la que se asienta la Iglesia, fue la llamada Al-Mugira, zona que entre los siglos XIII y XV, fue una de los lugares más despoblados de la ciudad.
\r\nEsta idea de erigir Iglesias en estos barrios, además de la obvia cristianización de los mismos, servían como pequeños centros administrativos para el control de la nueva ciudad. De los testimonios que han llegado a nuestros días sobre la antigua mezquita Al-Migira, encontramos una placa que apareció a finales del siglo XIX en la calle Roelas. Esta placa dice:
\r\n“Sólo hay poder y fuerza de Allah. La señora Mustak, madre del príncipe Almiguira, ordenó hacer este alminar y la galería contigua y la obra de nueve naves de esta mezquita. Esto se terminó con ayuda de Allah, bajo la dirección de Gafarben Abderramán, su oficial. En el Ramadán del año trescientos”.
\r\nEsta placa que podemos encontrar frente a la Iglesia actual, en un pequeño jardín, a primera vista nos enseña tres testimonios: el año de finalización de la obra, el autor y el mandatario.
\r\nTras este paréntesis dedicado al templo primitivo, nos adentraremos en el estudio del templo cristiano.
\r\nSe tiene constancia en documentación cristiana sobre el templo, que hacia 1242, Petrus Abbas, ya era presbítero de esta iglesia. Hecho que nos viene a decir, que en tan sólo seis años tras la reconquista, los cimientos de la Iglesia, ya estaban asentados. También hay un testimonio de 1277, donde se narra la aportación de 10 maravedíes para su transformación en parroquia.
\r\nA continuación pasaré a describir su configuración exterior, ya que nos aporta una de las postales más vistosas de la ciudad.
\r\nSu torre es uno de los ingenios arquitectónicos de nuestros genios cordobeses; Hernán Ruiz II, que hacia 1555 concluyó la magnifica torre del templo. Dicha torre, tiene un cuerpo principal de época musulmana con retoque del siglo XVI. Sobre éste, se erigieron dos cuerpos decrecientes más, girado el primero 45º sobre el principal y rematándose el segundo con una bóveda semiesférica. Destaca entre estos tres cuerpos su separación con una fuerte cornisa abalaustrada que da paso al cuerpo de campanas.
\r\nUna vez comentada su torre, damos paso a la descripción de las puertas de acceso al recinto, otro de los importantes alicientes de la iglesia, destacando de ellas el pórtico principal. Este acceso estuvo antaño tapiado en dos de sus tres arcos de entrada, aunque las fuentes nos cuentan, que anteriormente se encontraban los tres pórticos abiertos. Se dice que desde la calle Santa María de Gracia se podía ver el farol que iluminaba al señor atado a la columna y a la imagen de San Lorenzo que se hallaba en el retablo. Con el tiempo se tapó el pórtico y ya en nuestra época se abre para disfrute del público. Esta puerta, se convierte en un pórtico de tres vanos apuntados que dan paso a la puerta principal decorada con dientes de sierra. Este sistema de pórtico, pudo ser construido para contrarrestar la estructura saliente del cuerpo de campanas, ya que al ser construida la iglesia sobre la antigua mezquita, la torre sobresalía más que la fachada principal. En los laterales se pueden ver otros dos accesos de entrada, destacando el del lateral derecho que presenta una ojiva decorada con modillones.
\r\nLa del izquierdo, muestra una estructura similar a la del lado contrario, ya que fue restaurada y adaptada a la actual.
\r\nPara finalizar con su fachada, no nos podíamos dejar atrás su magnifico Rosetón, que con su piedra labrada se convertirá en la apertura del próximo artículo.
01-05-2008 9:28 p.m.
01-05-2008 9:28 p.m.
03-12-2007 4:50 p.m.
01-10-2007 6:37 p.m.
01-05-2007 6:12 p.m.
01-01-2007 9:48 p.m.
01-01-2007 7:57 p.m.
01-01-2007 7:57 p.m.
03-07-2006 1:59 p.m.