Si continúa la navegación por nuestro sitio web estará aceptando nuestras condiciones, que puede consultar en:
El 19 de julio se cumplen 25 años de la muerte de José María Pemán. Desde esta columna, que cada mes dedica sus palabras a escritores cordobeses, a obras cuyo escenario fue nuestra milenaria ciudad o a autores universales que tuvieron relación con Córdoba, queremos tomarnos una licencia para dedicar un homenaje cercano, emotivo y sincero a uno de los escritores más prolíficos del siglo XX y que la historia de nuestra democracia ha arrinconado incomprensiblemente en un cuarto oscuro apartándolo de las nuevas generaciones. Al menos ahora se le rinden algunos homenajes en su tierra natal, que, a pesar de los esfuerzos, quedan lejos de lo necesario para acercar su figura al resto de la sociedad española.
\r\nAl igual que en el pasado mes ensalzábamos la figura de Federico García Lorca como un escritor, dada su talla y exquisitez en sus composiciones, injustamente convertido por la política en héroe para muchos y villano para otros, este mes nos hacemos eco de un caso parecido, aunque en épocas diferentes. Fue injusto que durante el gobierno franquista a Lorca se le borrase del mapa y es injusto que a Pemán se le haya apartado de igual manera en los últimos años. Su obra recorre el ensayo, la novela, el artículo periodístico, el teatro y la poesía, entre otros géneros literarios. Fue un autor costumbrista, sabio en sus definiciones, profundo en sus convicciones, amante del pueblo llano, de su familia, poseedor de una fe ejemplar, defensor a ultranza de la monarquía, pero el recuerdo que nos llega no es ni siquiera polémico porque no existe. Al menos desde estas páginas intentaremos recrear y resumir su extensa carrera con el fin de crear en el lector una imagen del insigne escritor gaditano.
\r\nJosé María Pemán nació el 8 de mayo de 1897 en Cádiz, su querida “señorita del mar, novia del aire”. Desde pronto destacaría en sus estudios y afición por las letras logrando multitud de reconocimientos durante su niñez. En plena juventud empieza a brotar de su pluma una inmensidad de escenas reflejadas en sus poemas, que lo acompañarían el resto de su vida. Poemarios como De la vida sencilla, A la rueda, rueda, El barrio de Santa Cruz, Las flores del bien, destacan por su cercanía, ritmo y profundidad. Narrar la vida del pueblo desde su prisma; el amor por la familia; y el misticismo religioso; componen gran parte de los temas que recorren sus versos, siempre con la inspiración de Cádiz al fondo.
\r\nDoctor en Derecho y Filosofía y letras, su obra recibió el aplauso del público y su consiguiente incorporación entre los literatos más importantes de su época tras estrenar “El Divino Impaciente”, en 1933. La obra, dedicada a la vida de San Francisco Javier fue repuesta con gran éxito en Madrid en abril del presente año y en Jerez el pasado mes de junio. El público quiere volver a Pemán, no existen mayores pruebas que ver los teatros llenos como antaño. “El Divino Impaciente” refleja una fuerza incomparable en el teatro místico. La profundidad de las reflexiones, la visión clara y serena de un cristianismo cercano a sus orígenes, el uso inteligente y rotundo del verso la convierten en una de las mejores obras jamás escritas en castellano.
\r\nSu éxito le valió el ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1935, en Plena República, dato que sorprende a muchos dada la convicción errónea del franquismo de Pemán. Luego la dirigió en los años 1939-40 y 1944-47.
\r\nPero su teatro místico-histórico no quedó ahí. Luego llegaron obras como Cisneros o Cuando las Cortes de Cádiz, a las que cabe destacar otras piezas de diferente corte como La Casa, Los tres etcéteras de Don Simón y las adaptaciones de obras clásicas como Antígona, Hamlet y Edipo.
\r\nEn cuanto a su labor periodística, fue columnista de ABC, entre otros medios, durante más de 30 años donde fueron famosas sus Terceras. Allí narraba de un modo sutil y cercano la vida diaria del pueblo combinándola con ejemplos filosóficos y magistrales. Partiendo de este ejemplo, y aplicándolo al pueblo andaluz como focalizador universal de la sociedad, inventó el papel de El Séneca, convirtiéndolo en uno de los programas de más éxito en la televisión española. La figura de un andaluz que convertía en patio de la casa en un escenario donde los sofismas se entrelazaban con escenas cotidianas conquistó a un público que encontraba en Pemán al escritor cercano, lejos del elitismo absurdo y simplón que se lleva ahora.
\r\nEn cuanto a su labor política, cabe destacar su presidencia del Consejo Privado de Don Juan de Borbón, donde luchó, hasta su disolución, por regresar a una monarquía parlamentaria que cobró vida en manos del Rey Don Juan Carlos. Su lealtad y fidelidad a la monarquía le valió el insigne reconocimiento de la Casa Real al serle impuesto el Toisón de Oro, una de las máximas condecoraciones que otorga la monarquía española.
\r\nCientos de datos quedan en el tintero, decenas de obras, de citas, de homenajes, de reconocimientos. Pemán no debe quedar fuera de la historia porque la historia se empobrece si se deja prostituir por modas y políticos descorazonados. Es hora de recordarlo, de leer sus obras, de vivir su fe, de investigar su figura. Sólo así Pemán volverá a la actualidad con el mismo derecho que conviven otros.
24-04-2010 1:56 p.m.
24-04-2010 1:41 p.m.
03-03-2008 11:06 a.m.
03-03-2008 10:55 a.m.
02-04-2007 2:27 p.m.
01-03-2007 1:08 p.m.
01-02-2007 9:35 a.m.
01-11-2006 7:41 p.m.
03-07-2006 1:59 p.m.