Las voces de la Caja

Todos los cumpleaños son importantes, sin embargo, hay unos que destacan sobre otros. La entrada en la veintena supone para muchos jóvenes un paso hacia una nueva vida. La libertad asoma a la vista, mientras que la responsabilidad va tomando peso en el día a día. Un joven con veinte años tiene su personalidad formada. El adolescente que lleva dentro comienza a abandonarlo para posicionarse con fuerza y estilo en la sociedad.

En estos días, cumple su vigésimo aniversario el Coro de Ópera Cajasur. Al contrario que un joven, ávido de comerse el mundo, la institución tiene mucho mundo recorrido y demasiada experiencia sobre sus espaldas. Para un adolescente, llegar a las dos décadas de vida es relativamente fácil. En cambio, el camino para el coro ha sido largo, tedioso y lleno de alegrías y desencantos. Toda una carrera de obstáculos que sus integrantes miran con distancia, pero con orgullo.

El Coro de Ópera de Cajasur actuó por primera vez el 20 de junio de 1987, en las instalaciones del Gran Teatro de Córdoba. Sin embargo, su historia se remonta mucho más atrás en el tiempo. Su constitución oficial tuvo lugar en diciembre de 1986, a la vez que se abrieron las puertas del Gran Teatro de la ciudad, después de una larga reforma. Pedro López, un reconocido amante de la lírica, fue el responsable de que el proyecto echase a andar. Ansiaba disfrutar en un teatro cordobés de espectáculos de ópera y zarzuela.

Con la idea en mente, visitó a Carlos Hacar, catedrático de Canto del Conservatorio Superior de Música. Entre ambos, lograron convencer al que entonces era el director del Gran Teatro, Miguel del Valle Cosano, para crear el Coro Titular del Gran Teatro de Córdoba. La ciudad se convirtió en la tercera de España en tener un coro estable, después de Barcelona y Madrid.

Tras grandes audiciones para buscar las mejores voces y muchas horas de trabajo, el Coro se presentó en sociedad siete meses después de su creación. Los más de sesenta miembros que lo conformaban se unieron a la Orquesta de Córdoba. Los primeros años estuvieron dedicados a los conciertos líricos. La primera intervención operística se hizo esperar. En el año 1990, el conjunto interpretó, cumpliendo el sueño del Coro, la ópera Carmen. Desde entonces, la coral no ha cesado en el empeño de ampliar su repertorio. Años después, salieron a escena con Orfeo y Eurídice, por primera vez como Coro Titular de Andalucía. En estos diecisiete años, han escenificado óperas tan conocidas como La Traviata, Nabucco o El Barbero de Sevilla. Han actuado en escenarios tan importantes como el Lope de Vega, en Sevilla, o el Auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela. Normalmente, para estas producciones han necesitado cuerpo de baile, papeles que han representado los alumnos del Conservatorio de Danza de Córdoba.

Sin descartes

Los miembros que han compuesto este coro amateur a lo largo de sus veinte años de historia, habitualmente han estado amparados por sus avanzados estudios de canto y música. Sin embargo, en este Coro no se descarta a nadie. El actual director musical, Diego González, es el encargado de evaluar las audiciones junto al resto del equipo directivo. Hay sorpresas que quedan reservadas para estos momentos, ya que las grandes voces sin formación musical también buscan un lugar donde poder expresarse. El Coro se siente en la obligación de admitirlos, pero sin compromiso. Ellos mismos son los que se interesan por su aprendizaje. Cuentan con seis meses de preparación para llegar al nivel del resto. Después, vuelven a participar en una audición interna. En ese momento, demostrarán lo que en realidad han aprendido. Si no han logrado adaptarse al compás impuesto por la dirección musical, no tendrán más oportunidades.

Por la dureza de los ensayos y por el sacrificio personal que conlleva pertenecer al Coro de Ópera Cajasur, el número de integrantes ha bajado hasta los cincuenta. Sorprendentemente, la mayoría de ellos son jóvenes. El cuarenta por ciento de las voces tienen entre los dieciocho y los treinta y cinco años. María Auxiliadora García es una de estas jóvenes promesas. Sólo lleva un año inmersa en su labor como soprano, pero se siente plenamente integrada en él. Su madre también milita en las filas del conjunto operístico y fue la responsable de su llegada. La razón principal por la que García entró a formar parte del Coro fue por vocación.

En el otro extremo, se encuentra Maribel Azofra, una veterana voz que llegó prácticamente en los inicios del Coro. Hace dieciocho años que esta contralto llegó a Córdoba por motivos personales. Pronto, supo cómo entrar a formar parte del Coro. Cuando lo consiguió, se quedó. Y así será durante “algunos años más”, según sus propias palabras. En todo este tiempo, ha pasado mucha gente por el local de ensayo, situado en la calle Algeciras, en el Sector Sur. Maribel ha visto cada cambio con sus propios ojos. Sin embargo, allí está ella, impasible, demostrando una fidelidad “de ley”, como ella misma dice. Maribel es el contrapunto a la juventud que se respira en el Coro.

Cuerdas equilibradas

El trabajo en grupo es alentador. El conjunto se reúne un par de veces cada semana para poner a punto sus voces. Tan sólo un acorde les da trabajo para semanas. Por ello, la constancia y la paciencia son virtudes bien recibidas por la dirección musical. Este esfuerzo se ve recompensado por el buen ambiente que se respira en los ensayos, donde todos son iguales y medidos por el mismo rasero.

Sopranos, contraltos, tenores y barítonos. Éstas son las voces o cuerdas principales que componen el conjunto operístico. En ocasiones, para encontrar el ansiado equilibrio, debe entrar un mezzosoprano. Entre todos, consiguen una producción excelente pero variable. Hay años que no son capaces de salir del local de ensayo para interpretar, mientras que otros preparan hasta cuatro producciones. Pero el Coro no sólo tiene la responsabilidad escénica a su cargo, sino también el repertorio sinfónico-coral. Es decir, además de las zarzuelas y óperas que interpretan, también escriben numerosas páginas musicales, que representan, casi siempre, junto a la Orquesta de Córdoba. En todo momento, el Gran Teatro ha tratado de utilizar elementos locales para las representaciones.

El conjunto operístico se alza como un eslabón más de la ansiada Capitalidad Cultural de Córdoba para 2016. La música es parte inexorable de la cultura y Córdoba tiene en su haber una de las mejores corales del país, a pesar de tratarse de voces amateur. Los miembros disfrutan con cada puesta en escena. Ellos saben que también embelesan al público con sus voces, su representación y su carisma. El Coro de Ópera Cajasur es una forma de promocionar la cultura de la ciudad por el resto del mundo. De ello es muy consciente Cajasur, entidad que desde el principio ha tomado la idea de celebrar su vigésimo cumpleaños como si fuera suya, colaborando en todo lo que estaba en su mano.

Días de celebración

El aniversario lo han celebrado dando lo mejor de ellos mismos. En los actos conmemorativos han participado algunos de los antiguos miembros del Coro. Con ellos recordaron tiempos pasados. La Orquesta de Córdoba y el Gran Teatro de la ciudad también se han sumado a la efeméride participando de manera activa. Ciclos de conferencias dedicados a la ópera y la zarzuela; exposiciones; proyecciones en vídeo de la historia del Coro; y un espectacular concierto que sirvió de broche de oro a un cumpleaños inolvidable para los cincuenta integrantes de la coral y que tuvo lugar el 29 de junio. Interpretaron varias piezas musicales, de autores variados, junto a la Orquesta de Córdoba. Entre ambos se produjo, una vez más, la unión más armónica. Las mejores voces junto a las manos privilegiadas de esta institución invitaron a los presentes a escuchar sonidos sublimes.

Como proyectos de futuro cuentan con la interpretación de La Novena Sinfonía de Beethoven, la que representarán en diciembre, para lo que contarán con 80 voces. El trabajo que les espera es duro de cara a la a la temporada que viene. Necesitan voces líricas que superen el umbral sonoro de la orquesta a la hora de cantar, por lo que la dirección musical ya está calentando los motores para realizar nuevas audiciones.

Aunque tengan el listón muy alto, el trabajo de todos los integrantes amateur es totalmente altruista. Sus profundas voces invaden, en cada tarde de ensayo, las casas de todos los vecinos de la calle Algeciras. Unas gargantas privilegiadas que cumplen veinte años pero que destilan madurez, experiencia y saber estar. En estos días, Córdoba se rinde a los pies de un coloso. La celebración de esta efeméride le ha dado a las voces de la Caja la suficiente vitalidad como para cumplir veinte siglos más.