Otro curso que se acaba…

El Consejo Europeo de Lisboa decidió en marzo de 2000 que para 2010 la Unión Europea tenía que «convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social».

Se definieron cinco objetivos:

• Mejorar la calidad del aprendizaje en Europa

• Facilitar y ampliar el acceso al aprendizaje a cualquier edad

• Actualizar la definición de capacidades básicas de acuerdo con la sociedad del conocimiento

• Abrir la educación y la formación al entorno local, a Europa y al mundo

• Aprovechar al máximo los recursos de que disponemos

Acaba otro curso y las previsiones de resultados no son optimistas. La mejoría no llega; nos encontramos ante el estancamiento o el retroceso, según lo que analicemos. En España ha repetido curso a los 15 años el 28.6% de los alumnos; en países de nuestro entorno el 10.2%. El nivel académico de nuestros repetidores según el informe PISA de 2003 está muy por debajo del de los europeos. Sólo el 60% de alumnos supera la ESO. Se ha empeorado siete puntos de media, que varían en cada Comunidad Autónoma, siendo de las peores Andalucía. El 30% de los jóvenes de entre 18 y 25 años abandona los estudios, sólo tenemos por debajo a Portugal y Malta.

Estos dos países partían en 1995 de posiciones muy alejadas de España. No es el caso de Italia, por ejemplo, que en 1995 estaba igual que nosotros, y mantuvo una evolución similar a la nuestra hasta 1999, pero desde entonces ha invertido la tendencia, teniendo nuestro mismo PIB per cápita y un crecimiento de la inmigración muy grande, aunque no tan elevado como el español. Italia ha mejorado su tasa de graduación en Secundaria 16 puntos desde 1995, mientras que España consiguió mejorar siete puntos hasta 2000, para después perder más de cuatro, es decir no ha avanzado ni tres puntos. Ese cambio del año 2000 se debió a la implantación de la LOGSE, según muchos expertos y por más que haya quienes no quieran reconocerlo.

Las lagunas de conocimiento en áreas fundamentales hacen que los alumnos españoles fracasen en número elevado en las universidades europeas y provocan grandes desventajas con sus compañeros del resto de la CEE.

Ante esta lamentable situación el Gobierno presenta el pasado día 18 de abril un Real Decreto que desarrolla la LOE, por el que los alumnos de Primero de Bachillerato sólo tendrán que repetir el curso si suspenden más del 50 % de las materias.

Se devalúa, una vez más el sistema educativo, se consolida la degradación de la escuela española, alejándola del esfuerzo, la disciplina y la autoridad.

Alejado de la realidad, El MEC, sin contar con los profesores, ni con los padres, adopta nuevas medidas que nos alejan aún más de la excelencia. Reduce la exigencia a los alumnos, permitiéndoles pasar de curso con la mitad de las asignaturas suspensas. El valor de los estudios de Bachillerato dependerá de cada centro y de cada Comunidad Autónoma.

Con este proceder se podrán manipular las estadísticas para que el fracaso escolar no sea tan evidente, pero no se arregla el problema de la ESO y se estropea más, si cabe, el del Bachillerato y por ende a la Universidad llegarán estudiantes faltos de la preparación necesaria y lo que es peor aún sin el convencimiento de que el estudio supone un esfuerzo, de que lo que merece la pena hay que trabarlo.

Los mejores en cuanto a resultados académicos son Polonia, Eslovaquia y la República Checa, según el último informe ya mencionado. En estos países se alcanza el 90% de aprobados con unos contenidos en las diversas asignaturas mucho más completos que los de las españolas. ¿Será que les cuesta más esfuerzo? ¿Podría ser que los “regalos” que reciben no son los aprobados, sino la satisfacción del trabajo bien hecho y unas competencias amplias en todos los ámbitos del saber?.

Parece que no lleguemos alcanzar ninguno de los cinco objetivos antes señalados: España habrá perdido el tren de Europa en Educación. Es cierto que algunos países de la Unión Europea tendrán serias dificultades para conseguir estos objetivos marcados en Lisboa para 2010, pero lo que ya está claro es que nuestro país será el tercero que quedará fuera, tras Malta y Portugal. Tal vez lo remedien con algún sorteo de títulos y regalen a todos nuestros alumnos las papeletas ganadoras.