Don Antonio Cañero actor

Muchos han sido los directores de cine que han expresado su admiración a España, en el guión de una película. En la obra de Carlos Fernández Cuenca, el autor recopila, hasta 1963, más de 250 películas de tema taurino.

Jeanette Rocques -más conocida como “Musidora” y llamada “La musa del cine mudo”, gran actriz y mujer extraordinariamente sensible, en 1922, asumiendo tareas directivas y rindiendo su tributo de gran cineasta, proclamó su entusiasmo por la fiesta de los toros, en “Sol y Sombra” y en el documental “La terra des toros” en 1924. Su atractivo, su talento y su requerimiento convencen a D. Antonio Cañero de que poseía dotes para este menester también artístico, haciendo que, el gran rejoneador, interpretase el papel de galán en “Sol y Sombra”.

“Sol y Sombra”, basada en la novela “L´Espagnole” de María Star y guión de la propia “Musidora”, fue titulada “Soleil et Ombre” en Francés y muy alabada por la prensa parisina. Fue interpretada por: “Musidora” (en Juana y la extranjera rubia), D. Antonio Cañero (en Antonio) y Paúl Vennoyal (en el anticuario).

El retrato idealizado de “Musidora” cuelga en el museo Louvre de París. Nacida el 23 de febrero de 1889 en París y fallecida, en esa misma capital francesa, el 11 de diciembre de 1957. Bellísima, de amplia cultura, excelentes dotes de escritora y famosa en todo el mundo por sus creaciones en los fílms de Louís Feuíllade, como "Los Vampiros" y "Judex"; vino a España en 1921 para interpretar, en el país vasco, la película "Por don Carlos”, realizada por Jacques Lassayne, según la novela de Fierre Benoit, cuya acción transcurre con el fondo de la guerra carlista. El ambiente y el espíritu español la ganaron profundamente y, tras declararse entusiasta de las corridas de toros, llegó a producir y dirigir las películas citadas. La mayor parte del film “Sol y Sombra” se rodó en Toledo y sus alrededores y, Musidora, encarnaba a los dos personajes citados: la española y morena Juana, y la extranjera rubia. En una escena de campo, amenazada por un toro, Musidora, le torea con su mantoncillo negro; la cámara fue colocada en una carreta y, unos cuantos caballistas aislaron y encaminaron al toro. A pesar de las lecciones que D. Antonio Cañero dio a la estrella, resultó ésta alcanzada y sufrió un fuerte varetazo.

Tras el éxito de “Sol y Sombra” realiza el documental: La terre des toros (La tierra de los toros) 1924. Junto a ella, D. Antonio Cañero forma el reparto de dicho documental de ambiente ganadero, rodado en su mayor parte en Córdoba, en la Dehesa “Córdoba la Vieja”, junto a Medina Azahara, propiedad entonces de D. Eduardo Sotomayor, gran amigo del gran rejoneador. En dicha hacienda, que fue propiedad del primer Califa del Toreo “Lagartijo el Grande”, y hoy propiedad de la familia San Miguel-Eraso, Cañero preparaba sus caballos.

Así, en el más puro ambiente campero, se desarrolla el documental, donde Cañero realiza toda una bella exhibición de las faenas típicas que se realizan con el ganado bravo, como son el apartado de los toros en el campo, tentadero a campo abierto, acoso y derribo, así como tentadero en la plaza y herradero de reses, donde la propia “Musidora” aparece de traje corto y a caballo. La película contiene, igualmente, interesantes escenas de la Córdoba de entonces, tanto en rincones típicos, como en la ribera del Guadalquivir y el puente romano.

D. Antonio Cañero, que resucitó el noble y antiguo arte del toreo a caballo y ganó fama como estupendo rejoneador, además de jinete consumado y elegantísimo, se reveló en esta película como un actor sobrio y eficaz. En un artículo publicado en la revista parisiense "Mon Cine" (número del 14 de septiembre de 1922) contaba Charles Torquet que: «cuando el Rey Don Alfonso XIII vio "Sol y sombra" declaró que: una francesa había hecho un film absolutamente español y en un espíritu español». Tan es así, que la crítica también resalta, que tuvieron que pasar 30 años para que, el cine francés, volviera a mostrar tan profundo entendimiento del arte taurino.

En 1924, intervino D. Antonio Cañero, junto a Renée Adorée y Pedro de Córdoba, en la película “El Bandolero” de la Metro-Goldwyn-Mayer, dirigida por Tom Terriss, un Films de 80 mínutos, basado en la novela de Paul Gwynn. Renée Adorée, típica «star» estadounidense de origen francés, nacida en Lille (Francia), en 1898, siguiendo la profesión de sus padres, debutó muy joven en el circo y posteriormente fue bailarina en el Folies Bergére. En 1920 se instaló en Hollywood y durante los diez años siguientes protagonizó diversas películas junto al joven galán John Gilbert, tras su éxito extraordinario en “The big parade” (El gran desfile), de Kingd Vidor, con dicho actor. Desapareció de Hollywood tras rodar su última película “The singer of Sevilla”, de Charles Brabin, en 1930, al enfermar de tuberculosis y pasar, sus últimos tres años, en un sanatorio de Estados Unidos, donde murió en octubre de 1933.

En México intervino también en la película “La Boda de Rosario”, sonorizada mediante discos, con temática drama/romance, en 1929, escrita, producida y dirigida por Gustavo Sáenz de Sicilia, Ingeniero y Periodista que fue precursor del cine hablado en México. Sus compañeros de reparto, entre otros, fueron Manuel Alcaraz, Rosita Ballesteros y Luciano Cardona.

En 1939 tomó parte también D. Antonio en un documental de 11 minutos de duración en blanco y negro, titulado “La Corrida de la Victoria”, y producido en España por P. Gil-Flor para Cifesa. Fue dirigida y montada, por Rafael Gil, F. Julián de la Flor, L. Ignacio Mateo, S. Antonio y F. Roces.

Fue el primer films de tema taurino realizado en España después de la Guerra civil y que recoge aspectos de una corrida conmemorativa. Se celebró en la Plaza Monumental de Madrid el 24 de mayo de 1939. Primero, D. Antonio Cañero, llevando como sobresaliente a Pepe Alcántara, rejoneó un toro de la ganadería de Clairac; después hubo seis toros de lidia ordinaria, de las ganaderías de Urquijo-Murube, Concha y Sierra, Pablo Romero, Antonio Pérez de San Fernando, Villamarta y Sánchez-Fabrés, a cargo, respectivamente, de: Marcial Lalanda, Vicente Barrera, Pepe Amorós, Domingo Ortega, Pepe Bienvenida y Luis Gómez "El Estudiante". Con su crónica de esta corrida inició su labor en el diario "Arriba" Celestino Espinosa, que con el seudónimo de "R. Capdevila" ha sido uno de los mejores críticos taurinos del último cuarto de siglo.