La guerra de la Independencia

Desde el fin de la II Guerra Mundial y su continuación, la llamada Guerra Fría, el triunfo de las economías de mercado sobre las economías de estado, nos ha dejado un paisaje en el mundo occidental digno de ser analizado.

Anterior a esta fecha, cuando un estado era invadido por otro, el saqueo, el asesinato y la violación indiscriminada por parte del asaltante, estaban encaminadas a engordar las arcas y los egos del país invasor.

Hoy, con las denominadas democracias, ese fin, lo disfrutan las empresas que apoyan y se enriquecen al amparo del gobernante.

Hace doscientos años, Córdoba y el resto de España, sufrió la tropelía de las tropas francesas, pero nuestro mayor desengaño fue comprobar que parte del enemigo lo teníamos en casa: “Los afrancesados”.

Actualmente eso ha cambiado y ya es “todo” el enemigo el que está en casa. No hay mañana en la que nos despertemos sin noticias de expolio, robo y hurto por parte de “los amigos del gobernante” sin que eso suponga la más mínima consecuencia judicial o política.

En 1808, cuando aún existían españoles de verdad, toda una ciudad y un país, se levantó en armas contra la tiranía de una fuerza superior, derrotándola… ¿Qué nos ocurre hoy que no reaccionamos?.