Las cartas que nunca envié

Queridos todos:

Espero que al recibo de la presente os encontréis bien, yo con los achaques propios de mi edad pero por el momento me encuentro bien a Dios gracias.

Os escribo estas cuatro letras a todos vosotros, políticos de derechas, de izquierdas y de centro, a los de abajo y a los de arriba, a los de acá y a los de allá, a los que por las mañanas se pintan una sonrisa permanente con un rotulador y a los que de la mala leche hacen su bandera, a los que se agarran a la poltrona para no dejar de chupar de la teta de la vaca, a todos vosotros y por que no, también me dirijo a los periodistas, a los lideres de opinión y a los directivos de periódicos, cadenas de radio y televisión, a los que se acercan al sol que mas calienta, a todos y si por mi incompetencia me olvido de alguno que me perdone.

A todos vosotros quiero daros las gracias mas efusivas, a los primeros, por vuestros decretos, leyes y autorizaciones, y a los segundos por permitir la programación de tantos acontecimientos, actos culturales y fiestas populares que existen a lo largo y ancho de España.

Daros las gracias por deleitarnos con las carretas de Rocío, las edificantes imágenes de pomposos ediles aliviándose sus necesidades a la vera del camino, folclóricas borrachas arrastrándose por el suelo, o el asalto a la Reja lo mas parecido al asalto a la Meca en otros lugares, de abrirnos nuestras pobres mentes a nuevas culturas, al ver los Castellet de Cataluña, torres humanas con su cuidado equilibrio, y deseando ante todo que acabe pronto y no sea el niño que sube arriba el principal perjudicado, y como no del fuego liberador, el estruendo enloquecedor y el gasto inútil el la Cremá, tantas y tantas fiestas populares de cada pueblo y rincón de España que con la cobertura de medios de comunicación y al amparo de gobernantes hacen florecer su nombre consiguiendo así el codiciado premio del turismo, eso sí, del turismo de chancletas y bocadillos de mortadela y chorizo, de litronas de cervezas y dormidas de monas en jardines públicos, pero que consiguen que sus gobernantes se apunten al carro del éxito y puedan así sacarlo a relucir en las próximas elecciones.

Y sobre todo no quiero que se me olvide el agradecerles la lección de cultura ejemplarizante que durante los primeros días de mes de Julio nos llegan como una explosión de color y alegría, de carreras en desenfreno, de caídas y pisotones, de cornadas y aplastamientos involuntarios de riesgos innecesarios y muertes inútiles, y este año hasta con niños de diez años, también los toros embolados, de las vacas arrojadas desde el campanario, de toda clase de animales “que por el hecho de ser animales” son arrojados al mar para deleite del personal.

Gracias, muchas gracias por permitir que el pueblo se llene de sabiduría, de permitir que esas imágenes ejemplarizantes se difundan en la hora de mayor audiencia, de repetirlas hasta la saciedad, de publicarlas en las primera páginas de los periódicos para que sean expuestas a la vista de todo el mundo, incluso niños.

Y no quiero terminar esta carta sin agradecerle si cabe muchos mas que todo lo anterior junto, el olvido “voluntario” que hacen de mi tierra, mi ciudad de Córdoba, y se las doy muy sinceramente por que al fin y al cabo que tiene Córdoba que ofrecer al visitante, si en Córdoba no existe una feria en el mes de mayo con mas de treinta mil bombillas, ni hace una inauguración de su alumbrado a pompa y boato, retransmitido en directo por todas la cadenas de televisión, ni tiene caballistas, ni ricos coches de caballos transportando duquesas y la mas variada clase de fauna, ni casetas, no, eso no lo tiene Córdoba, ni fiestas populares, ni en ese mismo mes de mayo como en un estallido de luz y color, adornan sus patios con toda clase de flores, ni tiene cultura para dar, vender y regalar, que va, en Córdoba no ha y nada que ofrecer, por que, que importancia tiene que Cesar Augusto designo a Córdoba capital de la Bética, siendo nombrada por aquel entonces la Roma Ibérica, que en tiempos de los Omeyas se estableció en Córdoba el Califato independiente de Damasco, fuera capital de la LAS CARTAS QUE NUNCA ENVIÉ cultura durante mas de siete siglos, que existieran solo en la ciudad mas de cien bibliotecas con mas de ochocientos mil ejemplares, que según nos cuentan las crónicas hubiera en la ciudad mas de trescientos baños públicos, y como prueba de ello, los que nos han quedado para que podamos apreciar un trozo de historia, que en ella naciera desde Osio, el Obispo cordobés que ideó la oración de el Credo, oración que ha sido rezada por todos los cristianos del mundo, o la tierra de Séneca, Lucano y Averroes, y muchos mas, que como esos que he nombrado no fueron nada en este mundo, no, Córdoba no tiene nada que ofrecer al visitante, si consideramos que tiene la Mezquita mas grande del universo después de la Meca eso no le interesa a nadie y menos a ese turista de charanga y pandereta.

El gobernante eso no lo apoya, y el periodista eso no lo difunde, por lo tanto me reitero en daros las gracias, por que con vuestro silencio se esta consiguiendo lo que todo cordobés bien nacido quiere para su tierra, que a su tierra, que a mi ciudad de Córdoba, se la conozca por sus gentes, su forma de ser y estar, su cultura milenaria, porque el turista que nos visita a ese que no podéis engañar, ese si sabe apreciar lo que en esta tierra única damos, amistad y cariño.

Sin otro particular y a la espera de vuestras noticias, recibir un fuerte abrazo de este que os quiere y respeta.