Cercadilla

Sin duda, todos los ciudadanos tienen constancia de la importancia que a nivel arqueológico, histórico, e incluso político ha llegado a tener el Yacimiento de Cercadilla.

En la actualidad sólo podemos apreciar una pequeña parte que a modo de muestra permitieron conservar, para compensar quizás, el arrasamiento de uno de los lugares con más importancia arqueológica del suelo de ésta ciudad.

Los diferentes trabajos realizados en el complejo arqueológico de Cercadilla comenzaron en 1991, a cargo del arqueólogo Pedro Marfil el cual, cómo ya tuve ocasión de explicarles, dirigió a más de un centenar de personas en las primeras intervenciones en dicho yacimiento. R.Hidalgo continuaría con las campañas arqueológicas del lugar, llegando a recrear lo que él suponía como todo un conjunto Palatino Bajoimperial.

Como fruta de la discordia, presentamos unas desavenencias científicas sobre la interpretación de Cercadilla, tan sólo hay que echar un vistazo acerca de las diferentes conclusiones que podemos encontrar a nivel facultativo para así constatarlo.

Durante más de una década se ha sostenido la teoría de que se trataba del palacio de Maximano, teoría liderada por R.Hidalgo y la universidad de Córdoba, aunque ha existido siempre otra teoría que ha defendido el arqueólogo Pedro Marfil, de que el yacimiento se trataba de un complejo episcopal, dada su estructura y los restos encontrados.

El profesor de Historia del Arte de la facultad de Sevilla Ramón Corzo, en una conferencia que ofreció en la Real Academia de Córdoba, sorprendió a dar la interpretación de que realmente los restos arqueológicos correspondían al palacio episcopal ordenado construir por el Obispo Osio y no al Palacio de Maximiano.

Otras teorías sostenían que quizás el palacio imperial pasó después a tener un uso religioso, pero según Ramón Corzo ello no fue así, sino que desde el principio habría sido sede episcopal. Sus palabras literales al referirse al asunto fueron: “se trata del Palacio episcopal dedicado a San Acisclo”; San Acisclo fue uno de los mártires más renombrado de la ciudad, muerto durante las persecuciones tetrárquicas, de ahí la construcción de la basílica para conmemorar a los mártires. Según el profesor R.Corzo, Cercadilla se convertiría en modelo de edificación cristiana de otros lugares estudiados cómo en La Alberca (Murcia) o el Casón de Jumilla, donde se podría apreciar su influencia.

Cercadilla constituiría un edificio Martirial dedicado a conmemorar a San Asciclo, y según R. Corzo la confusión se habría producido cuando en el yacimiento se halló un fragmento de una inscripción de Maximiano, que junto con la aparición de un anillo del obispo Sansón (siglo VI, se trata de un anillo de plata en el que se engarza una piedra de azabache de forma elíptica. El engarce esta decorado entorno a la piedra con pequeñas esferas de plata; sobre la esfera se encuentra una inscripción- invertida para funcionar cómo sello- en la que se pude leer Samson/ ep(i)s(co)p(u)s(Sansón obispo)) , y una lápida de Lampadio también del siglo VI que se encontraba reutilizada cubriendo uno de los enterramientos situados en torno a la cabecera del aula, obispo que ocuparía la Cátedra de Córdoba entre el 532 y 549, con todo ello se pudo pensar en el doble uso del conjunto, cómo Palacio Imperial en un principio y un uso episcopal posterior.

Pero sería el Obispo Osio quién en época de Constantino, finales del siglo III y principios del IV, ordenó construir el edificio, tras el Concilio de Nicea y la difusión oficial del cristianismo. Constantino haría de Osio su mano derecha, ordenándolo Obispo con la correspondiente obligación de difundir el cristianismo y unificar el imperio bajo una misma religión. Ramón Corzo también sostiene que las técnicas constructivas refuerzan aún más su teoría ya que aparecen unidades de medida de la arqueología cristiana y que no pudieron existir bajo Maximiano, unidades de medida similares a la vara castellana, aunque las técnicas traídas de roma también pueden apreciarse, técnicas utilizadas en la construcción de las murallas de Constantinopla.

Dicha tesis de Palacio episcopal ha sido defendida cómo ya hemos mencionado por Pero Marfil, que en el 2000 durante un congreso internacional celebrado en Mérida sobre Visigodos y Omeyas tuvo ocasión de exponer, desmarcándose de la teoría de su compañero R. Hidalgo Prieto.

Quizás las nuevas investigaciones arrojen más luz al asunto y puedan aunar posturas para una buena interpretación histórica, basada en los signos reales, y dejando un poco al margen la idea de construir históricamente y a toda consta una copia de la gran Roma Imperial reproducida en Córdoba.

Si bien es importante un buen desarrollo de investigación, no es menos importante el respeto al trabajo que un equipo interdisciplinar ejerce durante su estudio, queremos referirnos con ello al gran desastre que desde el punto de vista histórico, cultural, arqueológico y científico supuso el “arrasamiento” de más del 80% del complejo de Cercadilla.

Ha sido sin duda uno de los hallazgos más monumentales del suelo de ésta ciudad, y como muchos de ustedes ya sabrán, ya que fue noticia de prensa durante un gran periodo de tiempo, se convirtió en una lucha entre diferentes entidades de intereses opuestos; la construcción del vial conllevó a la excavación de algunas áreas más del yacimiento, cuyos resultados corroboraron la espectacularidad del hallazgo y la necesidad de su puesta en valor y conservación.

Pero muchos han sido los problemas que se han producido para defender la conservación de Cercadilla,; ya, desde las primeras intervenciones los intentos por destruir lo que se estaba excavando fueron frecuentes, a media noche las máquinas intentaban intervenir para arrasar parte del trabajo y así acelerar el proceso de la próxima construcción.

Arqueólogos y obreros tuvieron que enfrentarse en más de una ocasión a constructores que de la mano de importantes entidades, intentaban evitar un retroceso en sus planes e intereses, incluso se tenía que hacer guardia al pie de la excavación para defenderla de dichas intenciones. Ésta es la realidad y si bien es muy respetable el hecho de mejorar las condiciones de la ciudad en cuanto a infraestructura, también lo es el hecho de buscar otras soluciones alternativas para, al menos, intentar conservar nuestro Patrimonio Cultural de una manera más limpia y digna, ya que destruirlo está penado por la Ley, Ley que los que más la defienden son los primeros que la incumplen, pudiéndose llegar en todos los casos a un término medio.

Muchos ciudadanos no entienden el porqué tanto revuelo por un yacimiento, y se sienten orgullosos de tener una magnífica estación de RENFE, pero ¿no hubiese sido igualmente buena nuestra famosa estación si hubiese estado situada un poquito más desplazada de su lugar actual?, seguro que todos estaríamos más conformes con ello, pero cómo ya les he comentado en más de una ocasión, lo que importa son los intereses más inmediatos frente a los culturales que son más ajenos a la atención general.

Muchos han sido los elogios por haber conservado in situ, restos bajo un edificio moderno, nos referimos a la estación de autobuses, ya que en su aparcamiento encontramos restos integrados, motivo por el cual incluso se le otorgó un premio por innovar en éste aspecto.

Se ha celebrado la gran labor de conservación de los restos que son visitables del yacimiento, incluso han anunciado a bombo y platillo los miles de millones que Cultura ha designado para la integración del conjunto, quizás así laven la imagen que se pueda haber dado en todo este asunto.

En la actualidad tenemos una gran estación de AVE, que se eleva sobre un terreno privilegiado y sé que es difícil doblegar el desarrollo urbano a un yacimiento arqueológico, pero en otras muchas ciudades, restos de tan digna importancia se han integrado de manera inteligentísima en el entorno urbano sin que por ello afecte al desarrollo de la ciudad.

Éste es tan solo un ejemplo de la batalla que el mundo arqueológico libra en la defensa del interés cultural, un interés que últimamente está de moda con aquello de la capitalidad cultural del 2016, y aunque sólo sea por dar una buena imagen esperemos que la balanza se equilibre algo más a favor de la labor histórica que tantos profesionales pretenden defender para nuestra ciudad.